El “monstruo” del Brexit marcó el camino. La criatura amorfa y fallera, con las cabezas de Theresa May, Boris Johnson, Michae Gove y David Davis, abrió la multitudinaria manifestación pro-europea de Manchester. Un río de banderas azules recorrió las calles de la ciudad industrial hasta las puertas del Hotel Midland, para cantar serenata a la premier en el arranque de la conferencia del Partido Conservador.
Por tercera vez en un mes, más de 50.000 británicos hicieron causa común y acudieron al reclamo anti-Brexit, que vuelve a sonar con fuerzas renovadas en medio del fiasco de la negociaciones y entre las divisiones que no cesan en el gabinete May. En un mensaje dirigido a los conspiradores de su propio partido, May declaró que piensa continuar en su puesto, culminar la salida de la UE y crear “un país que funcione para todos”.